Los EE. UU. E Israel se alarmaron al saber que Moscú había decidido manejar los misiles antiaéreos S-300 enviados a Siria con equipos iraníes.
Las agencias de inteligencia estadounidenses e israelíes que trajeron las noticia a Washington y Jerusalén también informaron que los rusos habían comenzado a llevar a los operativos iraníes a Siria.
Moscú anunció el suministro de misiles de defensa aérea S-300 a Siria después de su pelea con Israel por el accidente del avión espía Il-20 ruso el 17 de septiembre. Sin embargo, en la tranquilidad, Moscú también decidió que serían operados por Equipos iraníes.
Siria recibió exactamente el mismo sistema de defensa aérea que Rusia vendió a Irán hace dos años, el S-300PMU-2, que se instaló para proteger sus sitios nucleares. Los expertos estadounidenses e israelíes fueron sorprendidos por este descubrimiento, fuentes de inteligencia también informaron que los rusos le estaban dando baterías obsoletas a Siria.
Una de las consideraciones de Moscú fue que las tripulaciones iraníes que operan los S-300 con base en Siria estarán en peligro en lugar de los equipos rusos en el caso de que aviones estadounidenses o israelíes golpeen directamente los sistemas.
Para Israel, este movimiento tiene aspectos buenos y malos: por un lado, será un alivio para las tripulaciones aéreas israelíes saber que cuando vayan por las baterías de defensa aérea S-300 en Siria, no deben temer dañar a las tropas rusas; pero, por otro lado, mediante la gestión de las defensas aéreas de Siria, Irán se fortalece aún más en el establecimiento militar en Siria, que el gobierno de Netanyahu está dedicado a erradicar. De la misma manera, Irán toma la decisión de Moscú como un respaldo a su afirmación de una sólida presencia militar en Siria.
Rusia ha suministrado a Siria tres grupos de batallones S-300, cada uno de los cuales consta de ocho lanzadores con 100 misiles por lanzador. Todos ellos se sometieron a revisiones importantes en las fábricas de armas de Rusia. Por lo tanto, Rusia ha desplegado en Siria un total de 300 misiles antiaéreos, aunque obsoletos pero en óptimas condiciones.
El 7 de octubre, el primer ministro Binyamin Netanyahu dijo que pronto se reuniría con el presidente Vladimir Putin, aunque no se había fijado una fecha. Entonces, mientras los dos líderes continúan sonriendo y siguiendo los movimientos de relaciones amistosas, Rusia continúa sorprendiendo y exacerbando las tensiones con Israel.
jadashot77 